jueves, 13 de septiembre de 2007

El silencio que todo lo cura


Lo mejor de mis vacaciones: mi estancia en el pueblo. Me hubiera quedado allí para siempre: paseos matutinos por la sierra; alguna excursión por los pueblos de alrededor; tardes de siesta eternas, en las que te da tiempo de dormir, de hacer el amor, de leer, de no hacer nada sentada en un sillón de mi casa, a solas conmigo, escuchando atentamente el silencio de la casa grande, fresca, solitaria... Observando las frondosas pilistras encantadas del sitio donde les ha tocado vivir, a los sotarraños alrededor de las flores, alrededor del naranjo del arriate, bajo una luz que duele, reflejada sobre el blanco infinito de la pared del patio. El color azul intenso de un cielo partido a la mitad por los olivos verdes, por las peñas grises... El olor a higuera, a orégano, a tomillo, a albérchigas... El sonido de las gallinas, de algún perro que ladra en la lejanía, de alguien que saluda a un vecino que se acaba de encontrar en el camino. Las moras negras empolvadas por la tierra seca y amarilla de las veredas; los guarros bajo la sombra acogedora de alguna encina; las fuentes que brotan del suelo bajo un pequeño bosque de chopos...

Cuando llego a la ciudad sólo me apetece adentrarme de nuevo en ese silencio, y aunque no huele igual y el sonido lejano de los animales ha sido substituido por el de los coches, me apetece quedarme en casa, a solas conmigo, guardando luto por lo que he perdido y aprendiendo de nuevo a afrontar la salvadora rutina del día a día de cada mes de cada año...

11 Comentarios:

Blogger Landahlauts said...

Que buenas vacaciones!!!
Así no me extraña que tengas síndrome post-vacacional.

Saludos.

viernes, septiembre 14, 2007  
Blogger Moisés Moya Sánchez said...

Pero no nos engañemos, nosotros ya estamos hechos para vivir en una ciudad y no aguantaríamos más de dos semanas en un lugar como ése. No obstante, cada vez que tenemos la oportunidad nos escapamos a hacer exactamente lo que has descrito.
Ah! se te olvidaba describir al tío vendiendo melones a gritos a las 9 de la mañana por la puerta de tu casa después de una jornada de fiesta nocturna. También muy "típico".

viernes, septiembre 14, 2007  
Blogger José Luis said...

Welcome back!

¿A qué huele el silencio en el pueblo? ¿Y en la ciudad?

sábado, septiembre 15, 2007  
Blogger Marisabel said...

Sí, supongo que no aguantaría más de dos semanas allí, aunque no sé, creo que esta vez hubiera aguantado, me apetecía. Eso sí la ciudad te da algo que en el pueblo jamás podrás tener: intimidad. Para lo bueno y para lo malo allí todo se comparte, es una sociedad basada en el "alcahuetismo", la pregunta de "cuando has veníiiio?" seguida de "cuando te vas?" encierran en sí mismas un control, es como si ficharas. Por eso les desconcierta cuando le dices que no sabes cuando te irás, o se indignan cuando te vas sin despedirte, qué desconsideración!

sábado, septiembre 15, 2007  
Blogger Marisabel said...

... y a qué huelen las nubes? El silencio de la ciudad huele más a soledad.

sábado, septiembre 15, 2007  
Blogger Anabel said...

ays prima! no sé si es que teníamos más ganas de pueblo o es el pueblo el que tenía ganas de nosotras... este año me he sentido genial en él...
el pueblo, los pueblos, mi pueblo.

sábado, septiembre 15, 2007  
Anonymous Anónimo said...

"¿Cuando has veníiio?".Esta pregunta es estupenda,jaja.Hecho de menos los veranos en el pueblo.Desearía volver hacía atras por un instante y repetir esos momentos inolvidables.Esas excursiones de primos a la peña alta, abrir nuestra propia piscina de seis patas de nuevo, conentradas incluidas.Jugar al juego de los papelitos y recorerme todo el pueblo en bici para ver la sorpresa final!!! Era super divertido. Han sido los mejores años de mi vida.Un beso primos y hermana.

lunes, septiembre 17, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Rocío, creo que en "otros" puedes poner el nombre que quieras y dejar en blanco lo de la página web. Gracias por participar, un beso guapa

lunes, septiembre 17, 2007  
Anonymous Anónimo said...

siempre sabes encontrar ese matiz en las palabras que conecta directamente con la emoción. No se si es sabiduría o arte... pero no dejes de hacerlo!!!

lunes, septiembre 24, 2007  
Blogger Marisabel said...

Gracias Anna por tus ánimos!Seguiremos haciendo terapia desde el blog!

martes, septiembre 25, 2007  
Blogger Landahlauts said...

Se la echa de menos, Marisabel.

miércoles, noviembre 21, 2007  

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