viernes, 7 de abril de 2006

¿A qué huelen las nubes?

¿Y a qué huele España?, ¿a ajo?, como dice Victoria Beckham, ¿y a qué huele ella?, ¿a chichi camuflado por un carísimo perfume francés de esos que se quedan en el ascensor durante tres días y que si coincides con la susodicha más vale que lleves la máscara de oxígeno en el bolso?. ¡Qué suerte que en España no haya rascacielos!, y que conste que no tengo nada en contra de la ex-spice girls.

Y todo esto viene porque el otro día estuve en la Embajada China sacando un visado (no, no me voy a China, era para mi jefe, que aunque trabaje en una Fundación dedicada a la arquitectura, más bien parecemos una agencia de viajes y mi jefe Willy Fog). Pues eso, que después de una hora y media de cola (como veis el tiempo de reflexión dio para mucho), salí oliendo a Restaurante Chino, con perdón.

Y entonces me pregunté si realmente nosotros también tenemos un olor característico, como decía Javier Bardem en “Jamón, Jamón” a Penélope Cruz “Tus tetas me huelen a tortilla de patatas...” (¿era así, o es fruto de mis fantasías sexuales?).¿Olemos las españolitas a tortilla de patatas y los españolitos a ajo?. Me imagino la descripción de nuestro país en una guía turística inglesa: “España. Plato típico: Paella. Bebida Típica: Sangría. Souvenir: Sombrero Mexicano. Olor a ajo”.

Porque a mi los pakistaníes me huelen a especias (curry, cardamomo...); los franceses a perfume francés (eso con suerte y sin ella...); los ingleses a cerveza (al menos los de Lloret de Mar y los que se sientan en las terracitas de las Ramblas); los italianos a Dolce & Gabbana; los alemanes a bio; los americanos, no sé, Nueva York huele a Hot Dog en cada esquina... ¿Y los japoneses?, y a mí que, como el protagonista de El Perfume, no me huelen a nada, y mira que me gustaría decir que huelen, por ejemplo, a flor de loto!.

Podríamos rizar el rizo y hacer una división de regiones o comunidades autónomas por olores: Andalucía huele a Pescaíto frito; Madrid a Cocido; Barcelona a Butifarra y mongetes; el País Vasco a Pintxos y Txacolí; Galicia a Marisco; Extremadura a Chacina Ibérica... (se admiten sugerencias).

Incluso podríamos clasificar los sitios según la hora del día. Por ejemplo, el metro por la mañana huele a coco (alguna hidratante, gel, champú, o yo que sé con este olor que se ha popularizado), y el resto del día ni te cuento. O cuando vas a la playa, huele a bronceador, protectores solares, sal... Por la noche, temprano, la gente huele a perfúmenes, que parece una competición de a ver quien deja más huella (todo el mundo tiene miedo a que le abandone su desodorante antes que el novio). Y a la vuelta... pues definitivamente el desodorante se fue antes a la cama que tú.

5 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

uys a mi si un hombre huele a dolce y Gabanna me da igual de qué pais sea, me encanta!!! aunque el otro día un compañero llego con kenneth cole y estuve detrás de él todo el día, que bien que olía el jodío

lunes, abril 10, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Precisamente, acabo de estar en Lisboa y una de las cosas que mas me han impresionado es que huele mucho! A todo! A pescado, a flores de azahar, a carne frita, a basuras, a orines... Es una mezcla impresionante para las narices! (Sobretodo si, como yo, has dejado de fumar hace relativamente poco)

martes, abril 11, 2006  
Blogger Marisabel said...

A mi Portugal me huele a sardinas asadas, a pipí de gato, a dulces... Siempre que viajo visito los mercados, me encanta oler a fruta, carne, especias, flores... lo que peor llevo es lo del pescado. El sitio que más me impresionó por su olor es el Caribe. Huele a mar, a sal a frutas exóticas. El calor y la humedad potencian los olores que se vuelven melosos, dulzones, embriagadores... como una calurosa tarde de siesta que invita a no hacer nada más que el amor.

miércoles, abril 12, 2006  
Blogger Moisés Moya Sánchez said...

No es por darte envidia, pero tu ciudad natal huele ahora mismo a azahar! En cada esquina del centro te llega el bofetón de ese olor característico que seguramente no se incluye como atracción turística, pese a que lo sea, en los folletos de los tour-operadores extranjeros.

viernes, abril 21, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Que envidiaaa! Yo siempre digo que Sevilla huele a Azahar y a mierda de caballo (con perdón). La vida está llena de contrastes.

lunes, abril 24, 2006  

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