domingo, 28 de mayo de 2006

Vamos por partes

Parte I: ¿Que he hecho yo para merecer esto?
Esta semana ha sido socialmente intensa: intensivo, con excursión a la montaña incluida, con la peña de la Galera; cena árabe, con danza del vientre incluida, con las poitevinas; cena, con frustración incluida, con antiguos amigos del curso de postgrado; y hasta salida nocturna discotequera, con tarea de celestina incluida, con “los amigos de tus amigos son mis amigos” hasta las 6 de la mañana! (años ha que no salía yo de marcha hasta estas horas intempestivas, que presumo de hacer la ruta de la tercera edad: cenita, charla, si acaso una copa y como muy tarde a las 2 en casa!)Pues eso, que me lo he pasado muy bien, con todos, de verdad, pero las salidas que más me han impactado han sido la cena intelectual y la discotequera, aún me estoy recuperando del susto.
A los amigos de aquel curso de gestión cultural que hice, y que me sirvió para darme cuenta de que yo, precisamente, no soy un gestor cultural (si acaso una humilde organizadora de eventos y saraos) tenía ganas de verlos, la verdad, porque hacía ya tiempo que no nos reuníamos y me hacía ilu. Me puse monísima de la muerte y allí me fui: espléndida, fantástica, con ganas de comerme el mundo. Besitos, abrazos, que guapa vas, cuanto tiempo… Rompimos el hielo con anécdotas culturales y cotilleando, sanamente, de los que no estaban, of course: te acuerdas de fulanito, y de aquella que…, ¿y que habrá sido de menganito? y luego, durante la cena, la gente fue explicando sus Cultural Business: Pues yo sigo organizando el festival de cine en verano y ahora trabajo en el Instituto de Cultura con un nuevo proyecto de bla,bla,bla… Yo sigo con mi empresa de Gestión Cultural organizando rutas artísticas y otros eventos por la ciudad y aparte pues he comenzado a trabajar en bla,bla,bla… Pues a mí se me acabo la beca X, pero sigo en Nueva York colaborando con el Metropolitan en bla,bla,bla… y yo cada vez más pequeñita, que casi no llego a los postres, pensando como Hugh Grant en 4 bodas y un funeral, cuando Andy Macdowel, después de enumerarle su interminable lista de novios desde los 16, le pregunta alegremente “¿y tú?” y él con cara de panoli le contesta “Yo, yo no sé que coño he hecho con mi tiempo”. Pues eso, que cuando llegó mi turno me dieron ganas de decir “paso palabra”, pero no pudo ser (cosas del directo) y entonces se encendió una luz y lo entendí todo: claro! a estas cenas sólo van los que tienen proyectos interesantes que explicar, los que no, se quedan en casa. Simplemente me había equivocado de bando. Y después de la cena me despedí antes de desaparecer por completo como el protagonista del Increíble Hombre Menguante.


Parte II: Fauna nocturna. Alergólogos, cincuentones y otros especimenes.
Al día siguiente para recuperarme, que tenía una cena entre amigos con salida discotequera, decidí ponerme guapa, a ver si así me levantaba la autoestima, que la tenía por los suelos. Así que decidí ponerme mi camiseta de emergencia: con escote de vértigo y encajes insinuantes, que hasta pensé: igual me he pasado un poquito. Después de una cena espléndida en el Buoni Amici y una conversación de lo más divertida nos fuimos a tomar una copa a un bareto que frecuentaba mi santo cuando era teenager. Nada había cambiado, ni el bareto, ni la clientela que lo frecuentaba, aquello parecía Al salir de clase: Jo tía, ¿que pusiste en el examen de lite?, y nosotros los profes. Aquello no iba por muy buen camino. Así que decidimos irnos a una disco para puretas con glamour de la que teníamos entradas: Luz de Gas (aunque por la música yo prefiero el Alfa, y mi santo, que es más friki, el Cangrejo). Al llegar y dar el primer repaso me acordé de aquella frase de Santiago Segura en Air Bag, en el que hacía de político pederasta: “Si las visten como putas”. Pues tampoco iba yo tan tremenda, que al lado de algunas parecía Sor Marisabel. Nos fuimos directamente a la sala de voyeurs, en el primer piso, desde donde se podía observar la pista, escuchar la música y charlar tranquilamente copa en mano. Cuando ya nos habíamos entonado un poquillo algunos decidimos bajar y darnos un baño de multitud e integrarnos plenamente en el ambiente. A mi me encanta bailar y evadirme con la música, pero aquello era “remotamente” imposible. Conseguir un mínimo espacio para poder moverte era todo un reto, quitarte el cartel de paso, aún más y quitarse de encima a los moscones: Misión Imposible. Hay que decir que el cebo era mi amiga, mucho más guapa y simpática que yo, que me dio la oportunidad de recordar mis tiempos de jovencita cuando se ligaba en las discotecas. Y hay que decir que los métodos no han cambiado mucho, lo que da mucho que pensar, sólo que a estas edades resulta un pelín patético. Está el mártir cincuentón, que se deja pisar y aguanta el pisotón de tacón de aguja (que duele que te cagas) con una sonrisa de oreja a oreja, y dos goterones, uno en cada sien, y que aprovecha que la susodicha se gire y le pida perdón para entablar la comunicación y activar sus dotes seductivas, esto sólo vale con la educadas, claro. Luego está la técnica de “mi amigo promete”, un chico bajito, canijo y poco agraciado se acerca, se presenta y te dice que viene con su amigo que está muy bien y que quiere presentarnos. Al cabo de 2 horas y media sin aparecer el amigo empiezas a sospechar y piensas que debe a verse traído al amigo invisible, o eso, o su amigo tan estupendo ya ha ligado y le ha dado un plantón de aupa. También está el guapito-cachas que va enseñando musculito y que con un movimiento de melena y su sonrisa profidén piensa que ya te tiene en el bote. Y luego están los médicos-alergólogos que están de curso en Barcelona y se sueltan la melena, ya que en su pueblo no pueden, y que van a por todo lo que se menea con la técnica de “tú entralé a todas que seguro que alguna cae”.
En fin, que me he dado cuenta que esto de salir de noche es todo un filón para mi oficio de observadora, así que tendré que esforzarme por salir más y hacer trabajo de campo para luego contaros mis impresiones, ¿qué os parece?.

14 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

juas juas!
creo yo que en realidad todos quisieramos "pasar palabra" en estos casos, así que de lo que se trata es de inflarlo un poquito todo y por ejemplo, traducir al inglés tu cargo en el trabajo... es lo que se suele hacer en la 2a cena...
ays! las fiestas-locas! cuánto tiempo!!!

domingo, mayo 28, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Ayyysss no sabes cómo me identifico en la primera... el sábado despedida mortal de soltera... que pasada media hora yo pensaba... pero cuàndo he sido yo amiguísima de esta gente... si es que no me lo explico... y para colmo me intentaron "colocar" a dos chavalitos, que serán muy majos pero qué necesidad tendré yo de conocerlos y lo que és más, ellos de conocerme a mí, por su propia salud mental... y luego todo el mundo hablando de lo estupendo de su vida... y yo sin haberme asentado todavía que pensé igualito igualito que tú, pero qué he hecho yo con mi vida... así que tengo un bajón... a ver si se me pasa...

lunes, mayo 29, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Si es que no sé venderme! tendré que hacer un curso de marketing de uno mismo o de cómo mejorar tu autoestima... Ànimo Ros, saca tu camiseta de emergencia!

lunes, mayo 29, 2006  
Anonymous Anónimo said...

calla calla, que lo mío es un atrapafrikis en toda regla... yo creo que no conozco a nadie normal desde hace.... uffff demasiado tiempo!!!!
y lo bonito que era eso... si es que me está entrando una melancolía...

miércoles, mayo 31, 2006  
Blogger PenélopeGlamour said...

tienes que salir más, nena; qué buena tu crónica sobre la fauna nocturna!! me ha recordado a las cenas de navidad de empresa, cuando los bares se llenan de gente que hace años que no ha salido de casa y le entran a cuchillo a todo lo que se mueve.

miércoles, mayo 31, 2006  
Anonymous Anónimo said...

No me engañes: tú eres la cosina verdad?????
ay que estoy intrigada!!!!

jueves, junio 08, 2006  
Anonymous Anónimo said...

egh?

viernes, junio 09, 2006  
Blogger José Luis said...

Al comienzo de la película, Hugh Grant ve a lo lejos a Andy Macdowell en el jardín de la primera boda. Antes de ir a conocerla, Hugh Grant le pregunta a su amigo quién es aquella mujer. Su amigo le responde: "Se llama Carry, es Americana, es una puta." Besos Californianos.

viernes, junio 09, 2006  
Anonymous Anónimo said...

ay que momento surrealista, que te he confundido con una visitante del andaluz impertinente!!!!!
alejo, me pierdo en el comentario...

lunes, junio 12, 2006  
Anonymous Anónimo said...

JL yo también me pierdo, que quieres decir, que para tener éxito hay que ser un poco puta?

lunes, junio 12, 2006  
Blogger José Luis said...

Exacto, Marisabel. Ya lo decía Agrado en Todo sobre mi madre, "en la vida hay que ser un poco puta."
Besos Californianos.

martes, junio 13, 2006  
Anonymous Anónimo said...

pues qué quieres que te diga, si, puta e hijadeputa... sino te toman por tonta... y así nos va...

jueves, junio 15, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

viernes, julio 21, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

domingo, julio 23, 2006  

Publicar un comentario

<< Home