35 minutos

La rabia contenida le da palpitaciones. Busca algo dulce en su bolso y encuentra un chupa-chup. Mientras lo mueve de un lado a otro haciéndolo chocar en sus dientes piensa: tengo que recoger la chaqueta de la tintorería; encargar la merluza para la cena, llevar el coche al taller…
De pronto el autobús frena y se traga el chupa-chup. Con gran esfuerzo intenta echarlo sin éxito: se le ha quedado atravesado en la garganta. No puede respirar y escucha pitidos mientras se ahoga. Morada, mira desesperada a su alrededor, pero nadie se percata de su agonía. La gente escucha música, duerme, mira por la ventana… Finalmente las fuerzas le abandonan y cae al suelo mientras piensa: ¿dónde habré puesto las llaves del coche?.
Etiquetas: cuentos
11 Comentarios:
unas veces tranquila y otras acelerada... me encantan tus relatos
marisabel guapa, ya pensaba que te habías olvidado de nosotr@s...
qué pasó con el chupachups?
jajaja
Perdona que me ría, pero es que ahora entiendo plenamente tu comentario en La Arbonaida.
Y, no sé, no me convence... la agonía con un chupa chups debe de ser larga y, en un autobús, pierdes la intimidad completamente.
Saluditos.
Me ha gustado. No sólo el relato sino el blogg en general. Si puedo y tengo tiempo me gustará seguir disfrutando de tus cartas.
Gracias a todos por vuestros alagos, ayer iba tercera en el concurso de relatos!! estoy tan emocionada!
tan emocionada que me he comido la h de halagos!
Ya voté en el concurso. La verdad es que el tuyo es realmente el que más me ha gustado, aunque el nivel es muy alto.
Hola.
Me gustó mucho tu relato. hasta me provocó asfixia.
Espero que te vaya bien en aquel concurso (?)
Saludos
No es por meter prisa... y el próximo para cuándo...
Quien eres Dilo? Tal vez el conejito de Alicia en el País de las Maravillas?
Creo que has dado en el clavo. No quiero seguir siendolo pero en el fondo sigo siendo una ansiosa.
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