viernes, 8 de febrero de 2008

REFLEXIONES


Superado mi primer round recobro fuerzas y sigo luchando con más energía que nunca.
Recordé cuando llegué a Barcelona, en septiembre de 1995, perdida en la misma incertidumbre de un futuro incierto y el antídoto que busqué entonces para combatir la angustia existencial que te da esa incertidumbre: la cursitis aguda.
Y eso mismo he hecho ahora: imponerme un programa de sociabilización intensivo. Ahora los lunes y miércoles canto en una coral, los martes y jueves hago tai-chí, los fines de semana me apunto a foros de gestores culturales…
Sigo echando mucho de menos Barcelona, sus calles, sus tiendas, mi casa y mis cosas… Pero recuerdo mis primeros años allí y al final te acostumbras a la ciudad y acabas descubriendo tus lugares preferidos, que siempre han estado ahí. Y también recordé que lo que acabas echando más de menos son los AMIGOS: las personas que te acompañan a lo largo de tu vida compartiendo contigo su tiempo, sus ideas, sus emociones… Chic@s us trobo molt a faltar!