fotopalabra III

Llueve. Huele a tierra mojada. Desde la cama, junto a ti, tu duermes, yo, miro la ventana. Ese pequeño trozo de mundo mojado sucede ante mis ojos, como un cuadro en movimiento, siempre cambiante, siempre eterno. El aire azota las hojas del sauce que parece llamar, queriendo entrar, para quedarse con nosotros en la cama. El sonido de la lluvia, monótono y rítmico, adormece. Una gota que resbala por el cristal, a veces rápida, a veces lentamente, cae sobre el marco de metal y suena discordante. Se une a ella el tic-tac del reloj y los latidos de tu corazón. Bajo las sábanas nos unimos a la melodía y a ritmo de lluvia hacemos olas. El cielo gris llora, pero tú y yo estamos a salvo al otro lado, viendo llover. El tiempo detenido tras la ventana.
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